miércoles, mayo 24, 2006

Sevillano y Rojo: el joven Borges

"Yo me sentía sevillano..." confesaba un viejo y sincero Borges. La familia Borges se trasladó, llegado el invierno de 1919, de Mallorca (vivieron en la aldea de Valldemosa), vía ferrocarril de Barcelona. Habían viajado a España, como Robert Graves en la misma época, porque era "hermosa y barata". Tenía muchos buenos recuerdos de la antigua Hispalis; Madrid le pareció una ciudad provinciana insoportable. En la capital el joven Borges, un "rojinegro", admirador de la revolución rusa (entonces no se la reducía a "bolchevique" como en el mito moderno), seguía orgullosamente hablando con acento andaluz (bueno: el acento argentino y el andaluz se parecen). Los biógrafos coinciden en una cosa: su padre siempre promovió en el vástago un "anarquismo literario" y que en febrero de 1917 adhirió con entusiasmo y pasión a la caída del Zar y al octubre rojo. Borges devoró la obra de Max Stirner (según Feuerbach, "el escritor más genial y libre que he conocido"), simpatizando con la corriente anarco-sindicalista, que participó ampliamente en la revolución. Stirner lo llevó a Schopenhauer y acto seguido a Nietzsche. Quizá el destino de "El Único y su Propiedad", nos explique algunos comportamientos equívocos o la metamorfosis ideológica del último Borges. Marx escribió un furibundo "Anti-Stirner": "Sankt Max", Stirner, era críticado como parte de la ideologia alemana y como representante del individualismo abstracto de los jóvenes hegelianos. A la abstracta antítesis entre "humano" y "único", el joven Marx le contraponía la antítesis concreta e histórica de emancipación. No se trata de que "Yo" me desarrolle sino de liberarse de un modo determinado de desarrollo: el de la sociedad clasista. Por lo tanto sólo los individuos que se desarrollan en un plano universal, unidos orgánicamente (organización), ya no los "Únicos" stirnerianos que se "utilizan", se "devoran" o "consuman" mutuamente, pueden aspirar a emanciparse del dominio de las relaciones y la casualidad, al desarrollo de todas las facultades humanas.El problema de descender del mundo de los pensamientos al mundo real, dirá Marx, se convierte así en el problema de descender del lenguaje a la vida. Borges era un stirneriano vergonzante. Como Nietzsche, ocultó la influencia de Stirner por motivos idénticos: habría quedado desacreditado para siempre entre las personas formadas de todo el mundo si hubiera dejado notar algún tipo de simpatía por un burdo y desconsiderado Stirner, que hace alarde de un desnudo egoísmo y anarquismo, un individualismo extremo, que lo hizo un leproso en la historia del pensamiento. Nada hay en su autobiografía, ni en sus hagiógrafos, nada en sus constantes autointerpretaciones de su obra y vida sobre la huella de la obra "más audaz y consecuente desde Hobbes" (Nietzsche). La primera estación genética fue su estadía en Suiza. Ginebra (esa ciudad "hecha de garúas") era un epicentro de la emigración revolucionaria de mediados del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX (en realidad mucho antes: desde el Edicto de Nantes). El erudito puede constatar una increíble coincidencia: la familia Borges vivió en la Rue Malagnou; en la misma calle, más al sur, en el Nº 29, vivió exiliado Lenin en 1895. La casa pertenecía a un "émigré", Shujt, cuya hija era ahijada de Ulianov. Un compañero de militancia, V. D. Bonch-Bruévich (el mismo que decidió la construcción del mausoleo), describe así el ambiente cultural ginebrino en el '900: "Herzen, Bakunin, los partidarios de Karakózov, los populistas, los anarquistas, los adeptos a 'Tierra y Libertad', los de 'La Voluntad del Pueblo', los socialdemócratas y, finalmente, los bolcheviques, viviamos tranquilamente en los libres cantones de la República Suiza". Existe un bajorrelieve en la Torre de la place du Molard que representa al espíritu calvinista de tolerancia, con forma de una mujer que tiende la mano a un exiliado ("Geneve, Cité de Refuge"). En esa ciudad de refugiados políglotas (protestantes, garibaldinos, carbonarios, polacos independentistas, demócratas alemanes del '48, comuneros parisinos...), de cafetines sociales (en el famoso 'Café Treiber' se cantó por primera vez las estrofas de la 'Internacional'), de imprentas socialistas (en una pequeña tipografía cooperativa se imprimieron los materiales de la Iº Internacional), casas editoriales radicales (en la estrecha Rue de Lancy se editaba en ruso las obras de Marx y Engels) y bibliotecas públicas bien dotadas ("Ginebra tenía siempre a mano una biblioteca cómoda", Lenin dixit) Borges abrazó apasionadamente los ideales anarco-comunistas. Este Borges llegaba de Ginebra "ebrio de Whitman, pertrechado de Max Stirner, secuente de Romain Rolland" (De Torre, 1925), declaraba mejor poeta alemán de la época al izquierdo-expresionista Johannes Becher, "quien supo rimar la gesta de la guerra y la revolución, compañero de Liebknecht, desde las barricadas de Berlín nos tiende sus poemas" (la revista "Die Aktion" , cuyos poemas tradujo Borges, era totalmente anarquizante) y al poco tiempo de instalarse en el victoriano "Hotel Cecil Oriente Sevilla" (Plaza Nueva), confiesa en sus "Cartas del Fervor": "he hecho aquí algunos amigos, unos tipos muy amables, poetas ultraístas... y con ellos mucho he noctambulado,... he vaciado copas, inspeccionado bailes de prostitutas, comido 'churros', jugado e incluso ganado en la ruleta, y anteayer por la noche he visto el amanecer que se abría en una tormenta de luz sobre el Guadalquivir y transformaba los vidrios del pequeño café donde estábamos en raras y espléndidas vidrieras de púrpura y azul pálido..." Sevilla tenía una intensa y politizada vida literaria, muchas vanguardias, revistas, "un generoso estilo de vida oral, esa atmósfera de reuniones literarias y de cafés, donde la literatura aparecía viva de una manera llamativa; una atmósfera que nunca había existido en Argentina..." rememoraba Borges. Una de las aventuras era apedrear la casa de Luis Montoto, cronista y poeta oficialista, hoy avenida. La característica más original de la historia de España contemporánea y de Andalucía, en particular, quizá resida en el extraordinario desarrollo del anarcosindicalismo, desde los principios de su difusión (1868) hasta finales de la guerra civil (1939). Cuando Borges pisa el barrio de Santa Cruz, los afiliados de la CNT sólo en la región catalana (incluida Mallorca) ascienden a 400.000; el congreso de Madrid (1919) representa ya a 800.000 sindicados; en 1920 serán un millón. En Sevilla confirmó su pasión política y literaria: publicó su primer poema y conoció a quien consideró su primer maestro: Rafael Cansinos-Assens. El Borges que llegó a la Argentina repudió silenciosamente su pasado "anarco-comunista" y su fervor soviético se ensombreció con la represión del motín popular de Kronstadt. Su evolución política equívoca quizá lleve oculta, como un gusano enroscado, las propias contradicciones de "Sankt Max" y explica su lenta evolución hacia un anarquismo aristocrático (al estilo, salvando las diferencias, de Jünger). Pero detengamonos en el tiempo y disfrutemos de este sevillano por adopción: el poema anarco "Rusia" (con ilustraciones de su hermana) fue publicado en la revista sevillana "Grecia", uniendo la técnica ultraísta (metáforas plásticas, concisión, imagenes creadas), con ritmos whitmanianos y el fervoroso anarcomunismo:

"Bajo estandartes de silencio pasan las muchedumbres
y el sol crucificado en los ponientes
se pluraliza en la vocinglería
de las torres del Kremlin
El mar vendrá nadando a esos ejércitos
que envolverán sus torsos
en todas las praderas del continente
En el cuerno salvaje de un arco iris
clamaremos su gesta
bayonetas
que portan en la punta las mañanas"

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Saludos,
El padre de Borges simpatizante anarquista participo junto a Macedonio Fernandez del proyecto de una isla libertaria.

Salud!

6:24 a.m.  
Blogger NiklasGV said...

Gracias por la información, no la concoía. Un saludo.

8:13 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Cool blog, interesting information... Keep it UP » » »

11:28 p.m.  
Blogger Alejandro J.Román said...

Hace poco leí la única novela que escribió el padre de Borges , Jorge Guillermo Borges "El Caudillo" y tiene de alguna manera ese dejo libertario , muy buena semblanza esta Nico , de ese pasado de los "Salmos rojos" de Georgie...

12:29 a.m.  
Anonymous Yorgelys Borges said...

Que buena informacion

1:15 a.m.  

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