"Heidegger: Nazismo y Política del Ser "(IX)
Por Nicolás González Varela
La crítica de Karl Löwith
(tercera parte)
“No es Heidegger el que al optar por Adolf Hitler
se 'comprendió mal' a sí mismo;
antes bien son los que no pueden entender
por qué actuó de esta manera
los que no lo han
comprendido”
(Karl Löwith,1939)
El llamado Fall
Heidegger, el compromiso del filósofo Martin Heidegger, quizá el más
influyente del siglo XX, con el Nacionalsocialismo, con el Führer Adolf Hitler y con el SS-Staat,
fue, como estamos viendo a lo largo de estos artículos, casi inmediatamente un
tema de acalorado debate y disputa a lo largo de la década de 1930’s. Karl
Löwith había tenido el honor de ser el primer graduado en Filosofía de
Heidegger y era un filósofo con su propia obra e intereses autónomos. Löwith
merece un comentario más extenso, como persona y pensador: nacido en Munich en
1897 y fallecido en Heildelberg en 1973, este filósofo de la historia alemán se
formó intelectualmente en el círculo de Husserl y perteneció al grupo de
colaboradores íntimos de Heidegger. Después de participar como soldado en la Iº
Guerra Mundial, se trasladó a Freiburg para estudiar Fenomenología, la
filosofía de moda, y allí fue seducido por un joven y místico ayudante de
Husserl, Martín Heidegger, a quién siguió a Marburg en 1924. En él creyó
encontrar “la palpable intensidad e impenetrable profundidad del impulso
espiritual” y una alternativa revolucionaria al mandarinado mundo académico
alemán. La Habilitationsschrift (tesina
de habilitación) de Löwith, presentada en 1928 con el título de Das Individuum in der Rolle de Mitmenschen,[1]
fue dirigida por el mismo Heidegger. Sus críticas a la Filosofía política de
Heidegger tienen un enorme importancia por su en su triple
condición de filósofo alemán, testigo del ascenso del Nacionalsocialismo y
discípulo destacado de Heidegger.
Excursus I: Schlageter&Heidegger: el Dasein de un arquetipo del héroe nazi: Löwith, siendo coherente con su principio
metodológico de exégesis de la obra heideggeriana, que presupone “introducir y trasladar en el movimiento general de la Existencia
alemana la agitación enérgica y vana de las categorías de la Existencia
(‘Decidirse-a-sí-mismo’, ‘emplazarse-a-sí-mismo-de-cara-a-la-Nada’,
‘querer-su-Destino’, ‘entregarse-a-sí-mismo’) y proceder entonces a la tarea de
destrucción sobre el terreno político”,[2]
utiliza por primera vez en la historia del Fall
Heidegger textos desconocidos o menores, incluso transcripciones personales
de clase, todo aquello que descarta como espuria o inesencial la hermeneútica
académica: Heidegger encarnado en manifiestos y alocuciones políticas. El
paradigma de esta “transmogrificación” de la Daseinanalytik de su obra Sein
und Zeit de 1927 en el lenguaje
völkische del NSDAP, lo encuentra Löwith plasmado en el discurso “Albert
Leo Schlageter” (se trata de un discurso muy trascendental, ya que es la
primera contribución pública de Heidegger al nuevo SS-Staat)[3],
que luego sería publicado como artículo en junio de 1933.[4]
Pero antes de abordar el análisis de Karl Löwith debemos preguntarnos: ¿quién
es Albert Leo Schlageter, a quién el filósofo más influyente del siglo XX,
Martin Heidegger, le dedica una auténtica oda funeraria filosófico-política al
mejor estilo clásico de Tucídides?
El 26 de mayo
de 1923 fue fusilado, en Golzheim, Düsseldorf, el Freikorpskämpfer Albert Leo Schlageter (1894-1923), el llamado
“primer soldado del Tercer Reich”[5].
Schlageter, un antiguo estudiante formado en la Universidad de Freiburg y ex
oficial de artillería en la Primera Guerra Mundial, había combatido en la
Primera Guerra Mundial en Flandes, las batallas-carnicerías del Somme y en la entorno
a Verdún. Llegó a ser teniente y recibir la Cruz de Hierro de 1ª y 2ª clase. La
rápida condena a muerte se debió a una acusación por participar en actos de
sabotaje contra el ejército francés de ocupación: la voladura de un viaducto.
Recordemos que Francia había invadido por la fuerza la región del Ruhr para
presionar a que Alemania pagara sus indemnizaciones de guerra atrasadas.[6]
La petición por parte del gobierno alemán del canciller Wilhem Cuno de una
moratoria de dos años para el pago de las indemnizaciones de guerra en dinero
constante, fue rechazada por los gobiernos aliados en una reunión en París. Con
la excusa de un retraso en la entrega de mercancías en maderas, Francia y
Bélgica deciden ocupar unilateralmente el 11 de enero la mejor zona industrial
alemana, el Ruhr. Se apoderó de Alemania una ola de indignación y de elemental
furia nacionalista. En marzo soldados franceses ametrallaron a obreros que
protestaban de la fábrica Krupp en Essen, dejando trece muertos y heridos. Los
grupos armados de la extrema derecha, los Freikorps,
se reorganizaron con la ayuda clandestina del ejército de la República de Weimar,
el Reichswehr. Estos comandos
paramilitares, conocidos irónicamente como la Schwarze Reichswehr (Ejército negro), pero cuyo nombre clave para
el estado mayor era Organisation Heinz
(OH)[7],
realizaron actos de sabotaje y disturbios por toda la región contra los ejércitos
de ocupación. En esta organización paramilitar participaba como miembro activo
Schlageter. Poco después de su fusilamiento, su cadáver fue robado de la morgue
de Düsseldorf por un grupo de las camisas pardas, las SA (SturmAbteilung) al
mando del Staatschef Viktor Lutze
(futuro jefe de las SA después de la purga de 1934 y organizador de los Pogroms de 1938) quién llevó el cuerpo
hacia zona alemana no ocupada por Francia. Además su delación fue vengada:
miembros del Sturmabteilung Rossbach
que también combatieron en el Báltico contra el Ejército Rojo, comandados por
Martin Bormann (futuro asistente personal de Hitler) y Rudolf Franz Hoess
(futuro comandante del campo de concentración de Auschwitz), vengan la
delación: el escuadrón mata al maestro Walther Kadow, supuesto culpable de
denunciar a Schlageter a las autoridades francesas de ocupación. Desde ese
momento el abanico de la nueva derecha alemana tenía un mártir y un mito. El
propio currículum de Schlageter lo ligaba políticamente al National-bolchewismus, al Nacionalbolchevismo, un híbrido inestable
entre un nuevo nacionalismo y Stalinismo.[8]
Schlageter había comenzado su militancia en el movimiento estudiantil católico,[9]
luego en la nueva derecha ingresando en la Jungdeutscher
Orden, la Jugdo, una de las más
grandes organizaciones juveniles reaccionarias de la República de Weimar. La Jugdo pertenecía al amplio movimiento de
los llamados “Pájaros Migratorios”, la Bündisch
Jugend. El líder de los Jugdo era
el teniente Arthur Mahraun[10],
con un pasado también bundische. Su
organización llegó a alcanzar los 40.000 miembros en su apogeo antes de la toma
del poder por Hitler en 1933. Tanto por su inspiración como por su contenido,
antisemita y anticomunista al mismo tiempo, estaba cerca ideológicamente a los
conservadores-revolucionarios de los Stahlhelm
(“Casco de Acero”).[11]
Los “Cascos de Acero” nacieron discretamente un día de Navidad, en diciembre de
1919, con un motivo fundacional muy claro: combatir la Schweinerei der Revolution, “la porquería de la Revolución”.[12]
Su fundador, Franz Seldte, comerciante de gaseosas, será futuro ministro de
Trabajo del IIIº Reich. Volviendo a
la Jungdo, uno de sus ideólogos de
primera línea era Reinhard Höhn, quién escribirá un libro en 1929 dedicado a
Mahraun con el esóterico título de Der
bürgerliche Rechtsstaat und die Neue Front (“El Estado de Derecho burgués y
el Nuevo Frente”).[13]
La visión política que inspiraría a Schlageter es típica del Modernismo
reaccionario de esta corriente de la nueva derecha alemana: volver a un pasado
mítico y lejano vagamente absolutista prusiano, poner en tela de juicio al
capitalismo liberal y la forma republicana de estado, que “disuelve la antigua
Comunidad popular racial” germánica; y que en lugar de la antigua Gemeinschaft (producto que no puede
surgir más que en pueblos germánicos) articulada y formada en armonía entre
estamentos y corporaciones, produce “una masa de individuos sin lazos de unión”,
una mera Gesellschaft, átomos en
busca de manera compulsiva y egoísta “de sus propios méritos exclusivamente”; y
la llamada heroica, el compromiso envolvente con el destino alemán, incluso
hasta la propia muerte, que reivindica al individuo para el resto de su vida de
manera total, total beanspruchte. El
concepto-clave de Volksgemeinschaft,
“Comunidad Racial-Popular”, fundamental en la línea völkische del Nazismo, se originó también en el lenguaje
filosófico-político de la Jungdo,
comunidad que excluía a judíos y marxistas por definición. Por cierto: la Jungdo no solo fue un modelo que
copiarían las futuras HJ, las juventudes hitlerianas, sino además un verdadero
semillero de cuadros para el futuro SS-Staat.
No es raro, muchos historiadores y testigos concluyen que sus premisas le
hacían desembocar lógica y naturalmente en el Nacionalsocialismo. Höhn mismo
entrará al NDSAP y a las SS en 1933, y su brillante carrera lo
llevará en 1942 a participar en la ignominiosa Wannsee-Konferenz, donde se decidió la llamada solución final al
problema judío en Europa. En esta práctica política y dentro de este arco ideológico
se formó el corazón y la voluntad de Schlageter, su Dasein heroico y auténtico.
Destruir die
novemberRepublik, la República de Weimar: en marzo de 1919, recién desmovilizado, Schlageter fue miembro de la Marine-Brigade von Loewenfeld, que
reprimió las huelgas de marineros anarquistas y “rojos”, purgando a los
batallones de la “infección bolchevique”. Integró el cuerpo paramilitar Freikorp von Medem[14]
del Báltico, que pretendía colonizar y constituir un Estado racial alemán del
Este englobando, como en tiempos de los caballeros teutónicos, a Prusia y el Baltikum como baluarte antibolchevique
de Occidente. Estuvo como combatiente extranjero en Kurland, en la defensa de
Riga contra la invasión a Polonia y los países bálticos del Ejército Rojo de Trotsky.
También como freikorps participó en
acciones paramilitares en la Alta Silesia y en el Ruhr al lado de Ernst von
Salomon,[15] en
la Sturmsoldaten (”Soldados de
Asalto”) y el Bund ehemaliger
Erhardt-Offiziere (”Liga de antiguos oficiales de Erhardt”); Erhardt era el
Käpitan de corbeta Hermann Erhardt
que había organizado en la base de Wilhelmshaven la IIº Brigada de Marina para
reprimir a los “espartaquistas” y participar activamente en el fallido putsch de ultraderecha de Kapp (en la
época se lo consideraba como el enemigo número uno de la izquierda). Serán los
mismos, incluido Schlageter, que combatirán al KPD, el Partido Comunista alemán y al SPD en el levantamiento del Ruhr, el llamado Märzaufstand en 1920. Parece ser que Schlageter rápidamente
comprendió el papel central de Adolf Hitler en la reunificación de la nueva
derecha y se afilió al joven NSDAP en Berlín tan pronto como en 1922, a pesar
que la hagiografía heideggeriana pretende negar este hecho bien documentado. El
NSDAP incluso reclutaba militantes con panfletos y folletos en el período
1923-1926 que se centraban en la figura de Schlageter como paradigma del
auténtico mártir alemán: “Schlageter… A la memoria de un Héroe alemán”.[16]
Schlageter, cuyo motto personal era
“das Banner muss stehen, wenn der Mann auch fällt” (la Bandera debe permanecer,
aun cuando el hombre pueda caer)[17],
va a transformarse en el héroe deutsch-völkische
por excelencia, un mártir santo del nacionalismo extremo alemán, por lo que
cada 26 de mayo se realizaban mítines conmemorativos en todas las
organizaciones de la derecha radical.[18]
El culto a los mártires nacionalistas de la Primera Guerra Mundial, el llamado Totenkults, se transformó en un arma
formidable del Modernismo reaccionario y luego del Nacionalsocialismo tanto
contra la democracia burguesa como contra la Socialdemocracia y el Comunismo.
Se “producen” héroes nacionales impolutos y se los “mediatiza” a través de una
totalitaria distribución en la propaganda impresa, folletos, pamphlets, libros, emisiones
radiofónicas y ritos públicos. La nueva derecha organiza estos actos mediáticos
en dos grandes grupos: los dedicados a los Blutzeugen
(Testigos de la Sangre) y a los Märtyrer
der Bewegung (Mártires del Movimiento).[19]
La iconografía es similar a la martiriología católica pero se exalta el culto a
la muerte heroica, a la llamada del destino colectivo, a la Kriegsideologie, a la Naturaleza como
factor político, a las leyes eternas de la Raza y la Tierra.
Schlageter, héroe arquetípico de Adolf Hitler: Ya a fines de 1923 y a lo largo de 1924, el NSDAP
comienza la construcción del mito de Schlageter como nuevo mártir nacional.[20]
Se publican uno tras otro libros hagiográficos: Rache für Schlageter!, Schlageter
war Nationalsozialist, Denkt an
Albert Leo Schlageter y Werde Du auch
ein Schlageter!, mucho material de publicidad incluso un portfolio con
fotos de la vida del mártir.[21]
Hitler lo citará casi inmediatamente en un discurso público realizado en un
mitin en Sängerhalle, Ausgburg, el 6 de julio de 1923;[22]
además lo considerará como arquetipo del ario comprometido con la Gran Alemania
en la primera parte de Mein Kampf (edición
de 1925): “En la época de la más terrible humillación impuesta a nuestra patria
rindió allá su vida por su adorada Alemania el librero de Nüremberg, Johannes Philipp
Palm, obstinado 'nacionalista' y enemigo de los franceses. Se había negado
rotundamente a delatar a sus cómplices, mejor dicho a los verdaderos culpables.
Murió, igual que Leo Schlageter, y como éste, Johannes Philip Palm fue también
denunciado a Francia por un funcionario”.[23]
Su admiración sin límites explica porqué muchos investigadores consideran a
Schlageter el héroe arquetípico o primario de Adolf Hitler. Incluso aparece en
las arengas y escritos tempranos del estrecho círculo dirigente del NSDAP: en
el discurso en un mitin local del entonces joven Heinrich Himmler, futuro jefe
de las SS y la Policía del IIIº Reich,[24]
o en la novela (éxito de ventas) de Goebbels, una auténtico irrationalem völkischem Nazi-Pathos,
titulada Michael. Ein deutsches Schicksal
in Tagebuchblättern (1929), donde el futuro ministro de propaganda del SS-Staat le hace decir a su protagonista,
el nietzscheano Michael-Schlageter: “La Raza es la matriz de todas las fuerzas
creadoras… El Dinero es la medida del Liberalismo. El Dinero no tiene raíces.
Está por encima de todas las razas. Liberal quiere decir ‘creo en el Dios
Mammon’. El Socialismo quiere decir ‘creo en el Trabajo’… Uno no debe
preocuparse por sí mismo. Es necesario aceptar grandes cargas en la vida”.[25]
Ya está aquí las ideas de sacrificio por la Volksgemeinschaft
y el Ser-para-la-muerte, que se harán eco en la obra de Heidegger.
El Schlageter-Kult no fue exclusivo del
NSDAP, todas las organizaciones de la nueva derecha de la República de Weimar le
rendían culto como símbolo del futuro despertar de la nueva Alemania,
recordemos aquí artículos de martiriología en las revistas del círculo
jovenconservador de Ernst Jünger, tan admirado por Heidegger.[26]
Hasta mayo de 1933 aparecieron quince libros sobre Schlageter, además de
folletines y novelas juveniles. El autor teatral oficial del régimen nazi, el
ex expresionista Hanns Johst, le dedicó una obra trágica, titulada Schlageter, que fue estrenada con
pomposidad el día del cumpleaños de Hitler, el 20 de agosto de 1933, en el Staatlichen
Schauspielhaus de Berlin y con la presencia personal del Führer y la jerarquía
nazi (a la que también asistió Ernst Jünger). En la obra el personaje de
Schlageter se pelea con su padre y le señala que sólo cree en la Comunidad del
Pueblo, en la Volksgemeinschaft;[27]
Goebbels estrenó la obra simultáneamente en sesenta teatros de toda Alemania.
Las críticas de los diarios de la época hacían hincapié en la idea que la obra
dejaba la sensación al espectador que de las cenizas del héroe caído Schlageter
surgió como un fénix la figura redentora del Führer. Schlageter juega un rol destacado en la que es considerada
la primera película de propaganda nazi de gran producción, Blutendes Deutschland (“Sangría Alemana”) del director Johannes
Häussler. Schlageter es el protagonista excluyente de la segunda parte del
film, titulada “Der Verrat an Deutschland” (La traición a Alemania), se
describe su ejecución como una muerte heroica, Schlageters Heldentod, y aparece
su figura combatiendo la ocupación belgo-francesa en el Ruhr, incluso con un
montaje de fotos originales de su ejecución.[28]
El culto no se detuvo allí, el mártir alemán por excelencia…¡hasta tuvo su
propia lotería nacionalsocialista![29]
A este arquetipo masculino del despertar nacional-racial le dedicará su
discurso Martín Heidegger, el filósofo más importante del siglo XX, al
conmemorarse diez años del fusilamiento, y este texto menor, olvidado y
desconocido, es colocado en el centro del debate precisamente por el filósofo
Karl Löwith. En la posguerra Heidegger trató, con bastante éxito, de “borrar”
las huellas nacionalsocialistas o cualquier connotación política de su obra,
como ya es notorio y documentado, y en especial de este perturbador discurso
sobre Schlageter. Tenemos un ejemplo en un famoso texto hagiográfico del ex
estudiante y amigo familiar de Heidegger, Heinrich W. Petzet, donde se afirma,
de manera totalmente falsa y distorsionadora, que “entre los hombres que para Heidegger representaban el terruño se
hallase una figura como Albert Leo Schlageter
es un hecho que merece que nos detengamos en él. Por una singular coincidencia,
en su búsqueda de ‘santos’ con que adornar su propio panteón, los hombres del
IIIº Reich se apoderaron de muchos
que no tenían nada que ver con ellos. Uno de ellos fue Schlageter, fusilado por
la fuerza de ocupación del Ruhr en 1923, luego de un proceso sumario en el que
se lo condenó por saboteador. Hijo de un campesino de Schönau, pocos años mayor
que Heidegger, fue, al igual que éste, alumno del Liceo de Constanza y favorito
del profesor de griego, el sacerdote Sebastian Hahn, procedente de Rast, cerca
de Messkirch. Quizá esto explique que durante la celebración decretada por las
autoridades estatales para el día 26 de mayo de 1933, en conmemoración del
fusilamiento, Heidegger haya cantado loas a Schlageter, al que se sentía
próximo meramente por su vinculación con el terruño, y a quién, más allá de
eso, consideraba un personaje problemático. Su himno a Schlageter, fue, a la
vez, un elogio de los bosques y de las montañas de su tierra natal.”[30]
El exorcismo posmoderno se logra colocando un adjetivo, “meramente”, que reduce
absolutamente la verdadera figura de Albert Leo Schlageter (“que no tenía nada
que ver con ellos”) a un trágico coterráneo, a un nostálgico convecino comarcal,
a un auténtico espectro existencial de final trágico. Es sintomático que Karl
Löwith afirmara todo el tiempo, de alguna manera enfrentando a su antiguo
maestro y a su entorno, que Schlageter era un héros national-socialiste.[31]
Las ceremonias del Schlagater-Kult
tenían lugar anualmente todos los 26 de mayo. En el día de Pentecostés de 1933
se le rindió homenaje en su provincia natal en Schönau (Selva Negra) con la
presencia de más de mil notables de la política, la cultura y el arte del NS-Staat. Allí estaban el Oberbürgermeister (alcalde) de Freiburg
el doktor Franz Anton Josef Kerber, el Führer
de las SA, Hanns Elard Ludin, hasta el príncipe de Prusia, August Wilhem, como
representante del gobierno del IIIº Reich.
El mismo día el Gauletier
(gobernador) del Land de Baden Robert
Wagner inauguraba con fanfarria un monumento en honor a Schlageter en la cima
del monte Zugspitze. Como Heidegger, Schlageter había sido alumno de la misma
escuela, el Liceo de Constanza (rebautizado como Schlageter-Gymnasium en 1936)
y más tarde alumno de bachiller en el Bertholds-Gymnasium, tal como lo señala
el hagiógrafo Petzet. Existe otra afinidad electiva con el propio Heidegger y
su pasado teológico cristiano reaccionario: Schlageter era, como ya dijimos
anteriormente, un católico dogmático que en su época de estudiante había
militado en la fraternidad “Cartellverband der katholischen deutschen
Studentenverbidungen”(CV).[32]
El diario oficial nazi Völkischer
Beobachter en su edición para la zona sur de Alemania, del 30 de mayo de
1933, nos pinta a grandes rasgos el pintoresco homenaje friburgués, el contexto
del discurso: “La Universidad de Freiburg también ha sido convocada para
honrar, con la mayor sobriedad, la muerte de nuestro héroe. Tras el discurso
del camarada Heidegger, el millar de personalidades presentes en la ceremonia
levantaron su brazo en silencio”.
Excursus II: el concepto de Ser-para-la-Muerte” en
Heidegger: en su crítica al
discurso heideggeriano sobre el mártir nacionalsocialista, Löwith comienza
señalando, en una nota a pie de página para el lector francés, que Albert Leo
Schlageter había sido “canonizado” por el Nacionalsocialismo antes y después de
1933, para luego analizar el mecanismo que Heidegger utiliza para transponer su
Daseinanalytik en la ponderación de
un auténtico héroe de la nueva derecha. Löwith dirá que en el discurso
laudatorio de Heidegger se “travestiza” (travestie)
la idea de muerte desarrollada en Sein
und Zeit, entendida siempre como un momento “auténtico y particular”,
radicalmente singular, una noción central del Dasein, para celebrar la gloria de un héroe völkische. Recordemos que tanto el concepto de muerte, Tod, como el de “morir” (Sterben, que establece la diferencia con
el mero y biológico fenecer) y la posterior clarificación de nuestra existencia
como Sein-zum-Tode,
“Ser-para-la-Muerte”, es analizada por Heidegger en la decisiva segunda
sección, capítulo en que analiza el Dasein
y la Temporalidad. ¿Cómo analizaba Heidegger en su Fundamentalontologie el fenómeno de la Muerte? ¿Estaba Schlageter
en el pensamiento de Heidegger ex ante
de 1933? ¿No es casualidad que el tema de la muerte en la analítica existencial
aparezca precisamente después de su fusilamiento, en julio de 1924? ¿Schlageter
era un encarnación de la Kampf als
inneres Erlebnis,[33]
tal como la entendía Ernst Jünger, que permitía la aparición&revelación del
Dasein auténtico? ¿Se travistió la existenzial Analytik de su obra Sein und Zeit para aggiornarse a la llegada al poder del NSDAP o estaba ya latente las
potencialidades políticas de la teoría mucho antes de 1927? ¿Schlageter y su
heroica muerte casi socrática fue de alguna manera el aguijón del futuro
concepto de muerte? El influyente filósofo Jürgen Habermas ha formulado una
tesis (en realidad creación original del heideggeriano Otto Pöggeler) que goza
de cierto consenso académico según la cual recién a partir del año 1929 (año
del Crack económico mundial del
capitalismo) es cuando comienza Heidegger la transformación de su teoría
filosófica en ideología NS, en
cosmovisión nazi, ya que es a partir de esta cesura cuando en su obra aparece
un confuso diagnóstico de la Krisis
de evidente “matriz neoconservadora”.[34]
Dice Habermas “que aproximadamente desde 1929 (Heidegger) pone en marcha una
cosmovisionalización de la Teoría. Desde ese momento empiezan a penetrar en las
más secretas moradas de la filosofía de Heidegger motivos de ese turbio
diagnóstico de la época que venían haciendo los ‘jóvenes conservadores’. Heidegger
se abre por primera vez del todo al pensamiento antidemocrático que en la República
de Weimar había encontrado en la derecha prominentes portavoces y que incluso
había atraído a pensadores originales.” En primer lugar es muy burdo,
esquemático y de causalidad mecánica, un reduccionismo economicista, el pensar
como causa única y eficiente en la evolución intelectual de Heidegger (o de
cualquier otro autor) una crisis económica capitalista, por profunda y duradera
que sea; en segundo lugar, el considerar Sein
und Zeit como una obra de “teoría pura”, ¿aséptica y expurgada de todo lazo
con el mundo político-histórico?, es también dudoso e incorrecto. Pero aparte
de todas estas objeciones de método, Habermas se equivoca en establecer una
línea de demarcación, su extraña “cesura biográfica” entre Theorie y Weltanschauung,
en el año 1929. Mucho antes incluso de la aparición de Sein und Zeit en 1927, por ejemplo en las clases de los años
1920-1921, ya es posible encontrar una fuerte impronta jovenconservadora, de
este “Nihilismo heroico”. En ellas ya se observa una polémica contra la
seguridad (Sicherheit) y la comodidad (Bequemlichkeit) de la vida burguesa, el
imperio liberal de la Sorglosigkeit
(securitas),[35]
frente a lo cual la Cura (en esta época Bekümmerung,
más tarde la famosa Sorge) es su
directa antítesis. El Dasein en la
vida fáctica, tiene bajo el dominio de lo Uno (Das Man), la tentación forzosa
hacia lo fácil y de tomarse las cosas trascendentales superficialmente, a la
ligera (Leichtnehmen): la cotidianeidad burguesa es, dirá Heidegger, “ausencia
de cura” (Sorg-losigkeit), imposibilidad de una muerte basada en una “decisión
originaria” (Ur-entscheidung). La sociedad burguesa torna imposible lo que
Heidegger denomina Situation der genuinen
Urentscheidung, una situación de genuina decisión originaria, impidiendo
que la Verdad del Ser justifique el sacrificio.[36]
Aunque el tema de la muerte auténtica aparece marginalmente en estos años,
habrá que esperar para su indicación formal dentro de una analítica de la
existencia. Y precisamente irrumpe en la filosofía heideggeriana después del conmocionante
fusilamiento e inmediata canonización en la esfera pública del héroe
Schlageter. Sabemos que las ideas básicas de Heidegger y el núcleo esencial de
su obra mayor Sein und Zeit recibirán
su primera presentación pública en el discurso titulado “El Concepto del
Tiempo” presentado en la Sociedad Teológica de Marburg en 1924.[37]
Gadamer ha incluso calificado a esta conferencia de Urform, de ser la primer forma primitiva de Sein und Zeit.[38]
Allí aparece un cambio significativo con respecto a los diferentes esbozos
anteriores a 1923: surge la preocupación de Heidegger por una sistematización
de la muerte, intuida como posibilidad de encontrarse a sí mismo. La
particularidad propia del Dasein es
la que le proporciona su más extrema posibilidad de Ser (Seinsmöglichkeit), su
posibilidad ontológica más radical: “el Dasein
se revela (zeigt es) en su posibilidad más extrema. El fin de mi Dasein, mi muerte, no es algo en ocasión
de lo cual una secuencia encadenada de efectos (Ablaufszusammenhang) se corta
inesperadamente, sino una posibilidad acerca de la cual el Dasein sabe de algún modo algo: que puede agarrar y apropiarse de
la más extrema posibilidad de sí mismo en tanto que inminentemente ante sí
(bevorstehend). El Dasein posee en sí
mismo la posibilidad de encontrarse con su muerte como la posibilidad más
extrema de sí mismo, ser un precursor, un anticipar hacia lo que Heidegger
llama “Ser-acabado” (Vorbei). Esta extremísima posibilidad del Ser tiene el
carácter de la certeza de la inminencia de lo ante sí, y esta certeza está a su
vez caracterizada por una completa indeterminación. La auto-interpretación del Dasein que sobrepasa (überragt) a toda
otra enunciación en certeza y en verdad propia (Eigentlichkeit) es la
interpretación acerca de su muerte: la certeza indeterminada de la posibilidad
más propia de Ser-hacia-el-Fin (Zu-Ende-seins).”[39]
La posibilidad de un Dasein que ya no
rehuye su muerte, que va determinado al encuentro del Vorbei, es lo que revela de golpe mi existencia ya no en la mera y
alienada cotidianeidad (junto al fetichismo de las cosas mundanas, “junto a
esas futilezas, esos rodeos, a ese parloteo” del das Man burgués), ya que
saca de la guarida todos los disimulos y afanes. El Vorbei, el “Ser-acabado” no es ningún “qué” para el Dasein, dirá Heidegger, sino pura y
simplemente el “cómo” por excelencia de mi Dasein.
El “Ser-acabado” tiene la fuerza de situar, sin indulgencia, al Dasein ante la posibilidad de su sí
mismo: “en medio del esplendor de lo cotidiano, el Vorbei es capaz de colocar al Dasein
en lo siniestro”, en la inquietante extrañeza (in die Umheimlichkeit). En tanto
que mantiene para el Dasein su
posibilidad más radical, el “anticipar” o “precursar” (Vorlauf) es la
consumación fundamental, la realización esencial de la interpretación del Dasein. Sólo si se mantiene en este
precursar está el Dasein propiamente
cerca de sí mismo, que no es otra cosa, dirá Heidegger, que el Futuro verdadero
y singular del propio Dasein: “el Dasein, concebido en su posibilidad más
extrema de Ser, es en sí mismo Tiempo,
y no en el Tiempo… Todo el parloteo
en el que el Dasein se mantiene, toda
inquietud, toda ocupación, todo alboroto y todo corretear, se vienen abajo. No
tener Tiempo quiere decir arrojar el Tiempo en el presente malo de lo cotidiano
(schlechte Gegenwart des Alltags).”[40]
Así caracterizado el Dasein, el
“Ser-futuro” (Zukünftigsein) es, en tanto que “cómo” propiamente dicho del
“Ser-temporal” (Zeitlichsein), el modo de Ser del Dasein (Seinsart des Daseins) en el cual y desde el cual él se da
su Tiempo, en tanto dimensión temporal. Es el Zukünftigsein, afirmará Heidegger,
el que da Tiempo, forma el Presente y deja al Pasado “repetir el ‘cómo’
de su vivencia.” El Dasein tiene la
posibilidad en un momento kairológico, en su memento mori, en términos heideggerianos, en el Augenblick, de ser auténtico, de ser un
modo de Ser que puede formar e instituir el hoy, ser el tiempo esencial, más
allá de la mera certeza biológica. La desesperación se transformará en
Heidegger, como señalará Löwith en otro texto, en autoafirmación del Dasein y la Muerte en la autoridad
suprema y final del Ser que se mantiene a sí mismo a pesar o a contrariis de la vida fáctica. ¿Cuáles
son las razones para esta irrupción de la muerte en las investigaciones
heideggerianas? Las razones son obscuras, pero resulta sintomático que como una
Grenzsituation, como
situación-límite, aparezca en la teoría después de la socrática muerte de
Schlageter, después del sacrificio en el cual se interpretó cabalmente su
fenecer. El Dasein alemán finalmente
elige a su héroe. (Continuará)
Imagen: Martín Heidegger como Rektorführer de la Universidad de
Freiburg, foto oficial con su rúbrica, mayo de 1933.
[1] Löwith, Karl; Das Individuum in der Rolle des Mitmenschen,
Drei Masken Verlag, München, 1928. Existe
una re-edición por la editorial Wissenschaftliche Buchges de 1969 y ahora forma
parte de sus obras escogidas: Sämtliche Schriften. Band, Metzler,
Stuttgart, pp. 19-197. Sobre este trabajo véase el penetrante análisis de
Michael Theunissen en su libro Der
Andere: Studien zur Sozialontologie der Gegenwart, De Gruyter, Berlin,
1977, VI Kapitel, p. 413 y ss.
[2] Löwith, Karl; ““Les implications politiques de la
philosophie de l'existence chez Heidegger”; en: Les Temps Modernes, 14, 1946-1947, p. 347. Löwith vuelve a
relacionar aquí a Heidegger con el jurista Carl Schmitt como un estado de
“correspondencia” y afinidad electiva entre la analítica existencial y el
existencialismo político realista-heroico, recordando el análisis de Herbert
Marcuse de 1934 que hemos analizado. Véase la tercera parte de nuestro trabajo,
on-line: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=116398
[3] Remitimos al lector a nuestra traducción del texto
al español on-line: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=39486
[4] Su discurso fue inmediata y generosamente
reproducido en los controlados medios impresos del NS-Staat: se publicó con el título “Schlageterfeier der Freiburger
Universitat”, en el órgano oficial del NSDAP de Baden, Der Alemanne. Kampfblatt der Nationalsozialisten Oberbadens, con
una breve introducción, 27. Mai. 1933, p. 6; con el mismo título en el diario
local nazificado Freiburger Zeitung,
150, Jahrgang, Nº 124. 27. Mai. 1933, Morgenausgabe, p. 3; con el título
“Freiburger Schlageterfeiern. Feier der Universität”, en el diario Breisgauer Zeitung, 85, Jahrgang, Nº
124, 27. mai. 1933, p. 9; y con el
título “Schlageter” en el diario oficial de los estudiantes
nacionalsocialistas: Freiburger Studentenzeitung,
VII, Semester XIV, N.°3, 1. Juni. 1933, p. 1, que por su precisión léxica
seguramente debió ser copiado del manuscrito del propio Heidegger. Actualmente
se encuentra en el tomo 16 de sus obras completas con el título de “Gedenkworte
zu Schlageter (26. Mai 1933 vor der Universität)”: Gesamtausgabe: I. Veröffentlichte Schriften 1910-1976. Reden und andere
Zeugnisse eines Lebensweges: 1910-1976, Band 16, Klostermann, Frankfurt am
Main, 2000, p. 759.
[5] Cómo aparece en la poesía popular völkische de Otto Paust (editor del
diario de Goebbels Der Angriff), “Das
Lied vom ‘Verlorenen Haufe’”, en: Glombowski, Friedrich; Organisation Heinz (OH): das Schicksal der Kameraden Schlageters,
Hobbing, Berlin, 1934, p. 6, en el segundo verso escribe: “Des Dritten Reiches
erster Soldat”.
[6] Favez, Jean-Claude; Le Reich devant l'occupation franco-belge de la Ruhr en 1923,
Librairie Droz, Paris, 1969. Durante el tiempo de la ocupación franco-belga,
murieron 137 alemanes y resultaron con heridas más de 600 personas en la
resistencia civil.
[7] Glombowski, Friedrich;
Organisation Heinz (OH): das Schicksal
der Kameraden Schlageters, Hobbing, Berlin, 1934.
[8] Los datos esenciales de su vida en un esbozo
hagiográfico: Billung, Hermann; Albert
Leo Schlageter. Ein deutscher Freiheitsheld, Grundlagerverlag, 1997. Véase
también la generación y dimensión de su culto en: Hillesheim, Elisabeth; Die Erschaffung eines Märtyrers. Das Bild Albert Leo Schlageters in der deutschen
Literatur von 1923 bis 1945, Peter Lang, Frankfurt am Main, 1994.
[9] En la
Asociación katholischen
Studentenverbindung K.D.St.V. Falkenstein Freiburg im Breisgau.
[10] Ganyard, Clifton/
Jones, Larry Eugene; Artur Mahraun and
the Young German Order: An Alternative to National Socialism in Weimar
Political Culture, Edwin Mellen Press, Lewiston-New York, 2008.
[11] El nombre completo de la organización, fundada en
1919, era: Stahlhelm, Bund der
Frontsoldaten, “Casco de Acero. Liga de Soldados del Frente”, con 500.000
miembros llegó a ser la fuerza paramilitar más grande en la República de
Weimar. De ideología modernista reaccionaria, antirepublicana, antidemocrática,
antisemita (los veteranos judíos eran excluídos por estatuto, la famosa
“Clásusula Aria”, que señalaba oficialmente la lucha contra toda “raza
extraña”) finalmente se autodisolvió dentro del NSDAP, proceso llamado
irónicamente de Gleichschaltung
voluntaria, en 1934. En el diario oficial Standarte.
Wochenschrift des neuen Nationalismus
era editor el escritor Ernst Jünger, amigo y muy admirado por Heidegger. Sobre
la organización: Berghahn, Volker Rolf; Der
Stahlhelm: Bund der Frontsoldaten 1918-1935, Bd. 33, Beiträge zur
Geschichte des Parlamentarismus und der politischen Parteien, Drosto,
Düsseldorf, 1966; sobre su integración en la columna vertebral de la Wehrmacht:
Wette, Wolfram; La Wehrmacht: los
crímenes del ejército alemán, Editorial Crítica, Barcelona, 2007, p. 73 y
ss; en cuanto a un panorama general de la nueva derecha, el trabajo de
disertación de Armin Mohler: Die
Konservative Revolution in Deutschland 1918–1932. Ein Handbuch; Zugleich
Diss. Basel 1949; en: d. 6. A. neu bearb. v. Karlheinz Weißmann; ahora editado
por: Leopold Stocker Verlag, Graz, 1999.
[12] AA. VV.; Stalhhelm-Handbuch; Hg. Walter Kettner/
Heinrich Hildebrand, Berlin, 1927, p. 6.
[13] Der bürgerliche Rechtsstaat und die neue Front: die
geistesgeschichtliche Lage einer Volksbewegung,
Jungdeutscher Verlag, 1929.
[14] Por el nombre de su líder, Walter Eberhard
Alexander Albert Freiherr von Medem, futuro “casco de acero” y llegará a ser Oberführer en los cuerpos de las SA.
[15] Sobre la figura del freikorps Salomon, que participó en el asesinato del ministro de
relaciones exteriores de la República de Weimar Walter Rathenau, véase la voz
“Salomon, von Ernst”, en: Wistrich, Robert
Solomon; Who's who in Nazi Germany,
Routlegde, London, 2002, p. 217. Véase su autobiografía: Der Fragebogen, Rowohlt, Hamburg, 1951.
[16] Folleto anónimo: Albert Leo Schlageter... Dem deutschen
Helden zum Gedächtnis. Zusammengestellt von den Sturmabteilung Schlageter
N.S.D.A.T.; Verlag der nationalen Propaganda, München, 1923.
[17] Brandt, Rolf; Albert Leo Schlageter. Leben und Sterben
eines Deutschen helden Hamburg, Hanseatische Verlagsanstalt, Hamburg, 1926, p.
103.
[18] Sobre el panteón de héroes eternos del
Nacionalsocialismo y el destacado lugar que ocupaba Schlageter, véase el
trabajo de Jay W. Baird: To Die for
Germany: Heroes in the Nazi Pantheon, Indiana University Press,
Bloomington, 1992, capítulo II, p. 13 y ss.
[19] Véanse los artículos de Christian Fuhrmeister: “Ein
Märtyrer auf der Zugspitze? Glühbirnenkreuze, Bildpropaganda und andere
Medialisierungen des Totenkults um Albert Leo Schlageter in der Weimarer
Republik und im Nationalsozialismus”, en: Zeitenblicke,
2004, 3, Nº 1; y “Schwarzwälder Granit: Martin Heidegger und Albert Leo
Schlageter”, en: Georges-Bloch-Jahrbuch
des Kunstgeschichtlichen Seminars der Universität Zürich, 7, 2000, pp.
186-201.
[20] Empezando por el diario oficial nazi, Volkischer Beobachter, que hizo una amplia
recensión del fusilamiento de Schlageter el 10 de junio de 1923, con gran
encabezado en portada, en el cual se podía leer en tipografía catástrofe: “Albert
Leo Schlageter zum Gedächtnis” (“En memoria de Albert Leo Schlageter”).
[21] Un breve racconto
literario-político desde 1924 hasta 1932: Hans Schöpflin: Albert Leo Schlageter, Leipzig 1924; Rolf Brandt: Albert Leo Schlageter. Leben und Sterben eines deutschen Helden, Hamburg 1926;
Hermann Faßbender / Wilhelm Roggendorf / Paul Sengstock: Albert Leo Schlageter. Seine Verurteilung und Erschießung durch die
Franzosen in Düsseldorf am 26. Mai 1923, 1. Aufl., Düsseldorf 1927; Arthur
Rehbein: Für Deutschland in den Tod.
Leben und Sterben Albert Leo Schlageters, Berlin 1928; Erwin Friedrich
Kern: Albert Leo Schlageter und seine
Heimat, Schönau o. J. (1929), Hans Willinghöfer: Schlageters Heldentod. Ballade, 2. Aufl., Dortmund 1931; Hermann
Hagen (Hg.): Albert Leo Schlageter.
Gesammelte Aufsätze aus der Monatsschrift des CV (Flugschriften aus dem CV,
N. F. Heft 13), München 1932.
[22] Archivos NARA:
NSDAP Hauptarchiv, Roll 2, Folder 59. Hitler
lo seguirá mencionando en sus discursos como modelo del héroe völkische, como por ejemplo, el del 12
de septiembre de 1923 en Münich titualdo: “Die
Zusammenbruch der Novemberrepublik un die Million unserer Bewegung”; en:
Hitler, Adolf; Adolf Hitlers Reden;
Hg. von Dr. Ernst von Boepple; Deutscher Volksverlag, München, 1933, pp. 88-95.
[23] Hitler, Adolf; Mein
Kampf, 1 Band, Verlag Franz Eher, München, 1925. p. 2; para el rol de Schlageter
en el corpus ideológico sistemático de Hitler, véase el libro de Othmar
Plöckinger: Geschichte eines Buches:
Adolf Hitlers ‘Mein Kampf’: 1922-1945; Oldenbourg Wissenschaftsverlag, München,
2011.
[24] Discurso público el 9 de septiembre en Platting; Archivos
NARA: NSDAP Hauptarchiv RG 242, T-175, Roll 118, Frames 3500-3501, 4553-4554,
3391-3392. Apareció luego como artículo en: Kurier
für Niederbayern, Jg. 78, Nr. 308, 13.11.1925,; ahora como “Bericht über
eine Himmler rede auf der Gefallenen gedächtnis feier am 9.11.1925”, en:
Bradley Smith, Agnes Peterson (Hg.): Heinrich
Himmler. Geheimreden 1933 bis 1945
und andere Ansprachen. Mit einer Einführung von Joachim C. Fest; Ullstein,
Berlin, 1974, p. 56.
[25] Goebbels,
Joseph; Michael. Ein deutsches Schicksal
in Tagebuchblättern; Verlag Franz Eher, München, 1929, p. 138-139.
[26] Por ejemplo el artículo “Nationalistische Märtyrer”,
firmada con el pseudónimo “Hans Hansen”, en la revista de los Stahlhelm, Standarte. Wochenschrift des neuen
Nationalismus; 1.20, 12 August 1926. Su hermano Friedrich Georg también
escribió un artículo: “Albert Leo Schlageter”, en la revista de la nueva
derecha Arminus y luego en una
compilación editada por su hermano Ernst: Jünger, Ernst (Hg.), Die Unvergessenen, Justin Moser Verlag,
München, 1928, pp. 302-311; los “inolvidables” del título era el Panteón del
nuevo nacionalismo alemán, de el “Barón Rojo” Von Ritchofen, pasando por el
almirante von Spee, grandes héroes que lucharon por la Gran Alemania y
expresaban el auténtico carácter germano.
[27] Johst, Hanns; Schlageter:
Schauspiel; Langen&Müleer, Münich, 1933, con la pomposa dedicatoria: Für Adolf Hitler in liebender Verehrung und
unwandelbarer Treue, o sea: “Para Adolf Hitler con amorosa devoción e
inquebrantable lealtad”. Véase: Gadberry, Glen W.; Theatre in the Third Reich, the prewar years: essays on theatre in Nazi
Germany; Greenwood Publishing Group, 1995, p. 36.
[28] Hoffmann,
Hilda; The triumph of propaganda: Film
and National socialism, 1933-1945; Berghan Books, Providence-Oxford, 1996,
pp. 162-163.
[29] Pero además el SS-Staat
lo honró de diversas maneras: editó toda su correspondencia, calendarios, calles
céntricas, plazas, esculturas, paseos, museos, memoriales, monolitos,
condecoraciones del partido, pines de propaganda, bandas de música, tuvo una
escuela-fragata, la Segelschulschiffes
"Albert Leo Schlageter"de la Kriegsmarine
que dio la vuelta al mundo, regimientos del RAD, marchas marciales, un
escuadrón de cazas de la Luftwaffe, JG 26, así como una división armada en las
postrimerías de la derrota final.
[30] Petzet, Heinrich, W.; Encuentros y diálogos con Martin Heidegger, 1929-1976, Katz Editores, Buenos Aires, 2008, p. 51. Esta
línea de defensa oficial sobre el texto “Schlageter” será adoptaba como dogma
universal por los heideggerianos sin cuestionarla. A modo de ejemplo, es curioso pero los editores, tanto en alemán como
en francés, hicieron todo lo posible por expurgar a Schlageter de connotaciones
nacionalsocialistas, tal como lo sugiere Petzet y Heidegger, se trata de proteger
la reputación del Pastor del Ser con respecto a toda invasión de lo político en
general y del Nacionalsocialismo en particular. El editor de los Ècrits Politiques 1933-1966 de Heidegger
en francés, el heideggeriano François Fédier, al publicar este discurso,
intenta expurgarlo de dos maneras: 1) por medio de la traducción anodina y
distorsionada de términos claves de la Lingua
Tertii Imperii (Reich por Estado;
NSDAP como “partido de los
trabajadores nacionales-socialistas alemanes”(sic); Gleischshaltung por “puesta en armonía”, etc.) y 2) con un aparato
de citas que neutralizan la carga política o directamente desinforman al lector,
como, por ejemplo, en la fantástica contextualización del saludo nazi Sieg Heil! que aparece en muchos textos
de Heidegger. En el caso de
Schlageter se oculta su pasado Freikorps
e incluso Fédier señala de manera mentirosa que Schlageter “n'a jamais été
nationalsocialiste”, cuando sabemos que estaba afiliado al NSDAP casi desde su
fundación; véase: Heidegger, Martin; Écrits
politiques 1933-1966; Éditions Gallimard, Paris, 1995, “Notes”, II, par
François Fédier, p. 295. No es raro esta manipulación descarada de textos en la
política editorial de Heidegger. La hermenéutica de la inocencia de los
heideggerianos pueden llegar a extremos injustificables desde el punto de vista
filológico y académico. En un reciente trabajo, se sostiene una variante de la
coartada heideggeriana original, al afirmarse que Schlageter era una especie de
héroe nacional indiscutido para todo el espectro político nacional de esa
época, incluso dentro de la mentalidad de un alemán normal y corriente; véase: Radloff,
Bernhard; Heidegger and the question of
National Socialism: disclosure and gestalt; University of Toronto Press,
Toronto, 2007, p. 114, 136 y 167.
[31] Löwith, Karl; “Les implications politiques de la
philosophie de l'existence chez Heidegger”; en: Les Temps Modernes, 14, 1946-1947, p. 353.
[32] “Der CV bekennt sich zu Albert Leo Schlageter”,
en: Academia, 46:1, 15, mai, 1933. Sobre
el Catolicismo y su relación con el origen del Nacionalsocialismo, largamente
subestimada por los historiadores, véase la investigación pionera de Derek
Keith Hastings; Catholicism and the roots
of Nazism: religious identity and national socialism, Oxford University
Press, Oxford/New York, 2010.
[33] El artículo de gran influencia titulado “La Lucha
como experiencia interior”: Jünger, Ernst; “Der Kampf als inneres Erlebnis”;
E.S. Mittler & Sohn, Berlin 1922; ahora en: Sämtliche Werke. Band 7; pp. 9-103,
Klett-Cotta, Stuttgart 1980.
[34] Habermas,
Jürgen; “Vorwort. Martin Heidegger: Werk und Weltanschauung”; en: Farias,
Victor; Heidegger und der
Nationalsozialismus; Fisher Verlag, Frankfurt A.M., 1989, p. 17 y ss. Habermas sostiene que la influencia neoconservadora
se debe al influjo creciente de los hermanos Jünger y el círculo en torno a la
revista Die Tat: “las cabezas afines del
movimiento conservador-revolucionario —con Spengler, los hermanos Jünger, Carl
Schmitt y los miembros del círculo Die
Tat—.” El texto apareció en español en una compilación con el extraño
título de: Identidades nacionales y
Postnacionales, Tecnos, Madrid, 1989.
[35] Heidegger,
Martin; Gesamtausgabe Abt. 2 Vorlesungen
Bd. 61. Phänomenologische Interpretation zu Aristoteles: Einführung in die
phänomenologische Forschung, Klostermann, Frankfurt, 1994, capítulo “Das
‘Leichte’”, p. 108 y ss. Se trata de
las clases dictadas en el Winter Semester
de 1920-1921 como introducción a la investigación fenomenológica, seran usadas
por Heidegger como hándicap académico a su postulación para las cátedras de
Marburg y Göttingen; además será el
núcleo de un proyectado libro sobre Aristóteles jamás escrito. Das Leichte, será, en esta etapa del desarrollo
intelectual de Heidegger, una de las cuatro categorías fundamentales de la vida
fáctica, das faktisches Leben.
[36] Heidegger, Martin: ibidem, p. 35, 79 y 109.
[37] Heidegger, Martin; “Der Begriff der Zeit” (Vortrag
vor der Marburger Theologenschaft, 1924); ahora en: Gesamtausgabe III. Abteilung: Unveröffentlichte Abhandlungen-Vorträge-Gedachtes.
Band 64: Der Begriff der Zeit (1924), Klostermann, 2004; en español: El concepto de tiempo, Ed. Trotta,
Madrid, 1999. No es casualidad, además, que el pathos de esta conferencia sea muy polémico, sin nombrarlo, con
Kierkegaard y su idea subjetiva de muerte.
[38] Gadamer,
Hans-Georg Gadamer, “Martin Heidegger und die Marburger Theologie”; en:
Poggeler, Otto (Hg.), Heidegger: Perspektiven zur Deutung seines Werks; Kiepenheuer
& Witsch; Koln und Berlin, 1970, p. 169.
[39] Heidegger,
Martin; Gesamtausgabe III. Abteilung: Unveröffentlichte
Abhandlungen-Vorträge–Gedachtes. Band 64: Der Begriff der Zeit (1924), Klostermann, 2004, p. 116, traducción propia; en
español: ibidem, p. 43.
[40] Heidegger, Martin; ibidem, p. 118. Traducción propia.
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Etiquetas: Adolf Hitler, Dasein, Fascismo, Habermas, Jünger, Karl Löwith, Martin Heidegger, modernismo reaccionario, nacionalsocialismo, Nicolás González Varela, Petzet, Pöggeler, Sartre, Schlageter, Schmitt, ser y tiempo
1 Comments:
Me quede con ganas de leer mas sobre ese "nacional-bolchevismo" stalinista alemán que mencionas y desconocía. Sobre todo porque ahora en Rusia hay un movimiento del mismo nombre, seguramente no emparentado pero puede que de características similares
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