domingo, mayo 08, 2016

Nietzsche, ¿lector oblicuo de Marx? (II)



Por Nicolás González Varela


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    Debemos señalar que aunque el Nietzschéisme haya sostenido su tesis sobre el radical olimpismo de Nietzsche, su señorial indiferencia por las cuestiones sociales o políticas, e independientemente de nuestra disposición hermeneútica, es una proposición insostenible. El mismo Nietzsche consideraba a la Cuestión Social, a la Soziale Frage de la época, como una de las consecuencias fundamentales de la décadence burguesa, precisamente uno de los problemas que más le acuciaba resolver, ya que el Nihilismo no era más que su lógica. Como Nietzsche afirmaba, no sólo de ha de luchar contra los estados que son la consecuencia de toda la miseria presente de la “degeneración”, cuyo modelo germánico es el Volkstaat de Bismarck, sino que “toda la décadence que ha habido hasta ahora continúa estando pendiente, es decir, sigue viva. Una tal aberración total de la Humanidad en sus instintos fundamentales, una tal décadence total del juicio de valor es el signo de interrogación par excellence, el auténtico enigma que el animal ‘humano’ le plantea al filósofo”.[1] La “Cuestión Social”, y, por ende y con ella, el propio Marx, es una parte arquitectónica fundamental del enigma moderno. La crítica al Nihilismo exige para Nietzsche, en cuanto Medicina cultural, el conocimiento y la correcta evaluación no sólo de la “Cuestión Social” en tanto síntoma, sino de sus consecuencias (Folgen) más perversas, como el Anarquismo o el Socialismo. Dicho con sus propias palabras: toda Filosofía “práctica” debe pasar en seguida a primer plano en “situaciones de emergencia”, como la de la Modernidad. “Se puede ver que lo que combato”, dirá Nietzsche tardíamente, “es el optimismo económico”. Para disputar a los denostados “socialistas sistemáticos” (socialistischen Systematiker) se necesita conocer a fondo la racionalización de esta degeneración para enfrentarla en forma de un Contramovimiento, un Gegenbewegung. ¡Guerra a todos los presupuestos con los que se ha fingido un mundo verdadero! grita el filósofo del martillo. La Voluntad de Verdad es en el fondo Voluntad de Poder. Es Nietzsche mismo quién niega y reniega su aparente olimpismo filosófico con respecto al Mundo histórico.[2]

    Las posibles fuentes del conocimiento (indirecto y mediado) de Marx se pueden reconstruir con relativa facilidad en la actualidad. En primer lugar de un amigo y profesor de economía política en la universidad, Gustav von Schönberg. En sus cartas Nietzsche le decía a su familia que en toda Basilea sólo dos hombres merecían su amistad: uno, su padrino académico, el historiador patricio Burckhardt; el otro justamente von Schönberg.[3] A inicios de 1869 era uno de los muchos jóvenes académicos alemanes que entonces pasaban por Basilea para volver de nuevo a Alemania. Nacido en 1839 venía de Prusia-Silesia, pertenecía a la corriente de la Nationalökonomie reformista llamada Katheder Sozialismus, el socialismo de cátedra, fuente del futuro revisionismo socialdemócrata, fundada por Gustav von Schmoller (maestro de Max Weber).[4] En la corriente además figuraban economistas que polemizarían con el propio Marx, como Adolph Wagner o Lujo Brentano. Pedían la intervención del estado en la “cuestión social”, políticas anti liberales y anti marxistas, fuerte cesarismo político y leyes contra los excesos del capitalismo manchesteriano. Consideraba que la finalidad suprema de la investigación científica tenía que ser la orientación de las reformas sociales, llamada Kameralismus en la Economía Política alemana, era una variación del Mercantilismo clásico, del denostado Manchesterismus.

    Schönberg escribió Arbeitsämter. Eine Aufgabe des Deutschen Reichs (1871) donde aboga por la creación de jurados arbitrales para resolver los conflictos entre patronos y obreros, un anticipo del futuro Volkstaat guillermino. Sus trabajos de historia política-social incluyen Zur wirthschattlichen Bedeutung des deutschen Zunttwesens im Mittelalter (1868) y Die Finanzverhältnisse der Stadt Basel im XIV und XV, Jahrhundert (1879), un estudio sobre Basilea. Cuando ya los tratados de economía estaban en decadencia en Alemania, Schönberg remozó la tradición y reunió todos los conocimientos acumulados sobre los diversos problemas de la ciencia en su Handbuch der politischen ökonomie (1882). Vivió en la misma casa que Nietzsche y éste asistió a su clase inaugural y a varios cursos durante 1869/70. Los más importante es que a través de los libros y cursos Nietzsche conoció, indirectamente, a Marx y su teoría de la plusvalía y la lucha de clases, ya que Schönberg en su libro de 1868, Zur wirtschaftlichen Bedeutung…, que usó en Basilea, ya le dedicaba todo un capítulo a Marx, citando Zur Kritik der politischen Oekönomie, en la edición de 1859. Schönberg fue además miembro fundador de la Verein für Socialpolitik, una organización que buscaba una tercera vía entre el comunismo y el liberalismo manchesteriano. Su fundación en octubre de 1872 (un año antes Bismarck había logrado unificar Alemania en el IIº Reich) permitió complejizar al Liberalismo alemán clásico, introduciendo un compromiso entre el Gewerbefreiheit (el laissez-faire salvaje del mercado con la presupuesta armonía automática entre oferta y demanda), y el Socialismo. Algunos sostienen, como el influyente Anthony Giddens, que éste es el origen concreto y material del futuro Welfare State europeo, anticipándose tanto al Estado socialdemócrata escandinavo como a las teorías británicas de William Beveridge.[5] Recordemos que la ideología de la Verein… [6] concuerda con el análisis de Marx en cuanto a la dinámica de la sociedad industrial pero se separan en sus conclusiones políticas, intentando construir un sistema alternativo que desembocaría en un Ur-Welfare State bismarckiano. Como Schumpeter afirmaría, la Verein… intentaría navegar entre el Scylla del Liberalismo salvaje y el Caribdis del Comunismo. No es casualidad que Nietzsche en su Nachlass en el invierno de 1869 escriba como tareas críticas “el optimismo (Optimismus) de las teorías del estado y de la economía… y la vida para el estado y la vida de lo nacional.” (Nachlass, 3, 8) y que proyecte crear unos cuadernos de notas “sobre la política y la historia”. Las influencias también se pueden rastrear en sus lecturas, ya sea en su biblioteca personal o en los libros a préstamo. Por supuesto: Nietzsche jamás menciona a Karl Marx o a Friedrich Engels (en cambio sí a Bakunin) en sus obras y se asume generalmente que no conocía nada y que no había leído ninguno de sus libros. Con esto la hermenéutica de la inocencia del Nietzschéisme confirma satisfecha que a Nietzsche no le interesaba ningún debate vis-à-vis con Marx. Pero no es correcto.

    Ya en 1872 Nietzsche estudia el libro del jurista y político Robert von Mohl, Staatsrecht, Völkerrecht und Politik,[7] que, aunque no es una obra de Economía Política en sí misma, en sus páginas trataba in extenso el problema de la democracia representativa y la monarquía constitucional, estudiaba el problema educativo en la época moderna, y además analizaba la problemática de la Política social,[8] la candente Arbeiterfrage,[9] presentando argumentos de Lassalle (su Staatshilfe), Proudhon (el mutualismo) y del economista y político Franz Hermann Schulze-Delitzsch (padre del cooperativismo obrero alemán, la Selbsthilfe).[10] En apartados especiales, Von Mohl expone las ideas del Socialismo (que deriva del Saint-Simon y Fourier) y del Comunismo (que deriva de Campanella) en diferentes apartados. Nietzsche recibe paralelamente un análisis crítico de las formas-estado: Mohl fue el que acuñó el término “Estado Constitucional” (Rechtsstaat) por primera vez, al que opone al reaccionario “Estado policial aristocrático” (aristokratischen Polizeistaat).[11] Entre 1874 y 1875, coincidiendo con la creciente autocrítica de Nietzsche a su propia Weltanschauung excesivamente idealista (poco “materialista”) y romántica, comienza a estudiar más seriamente la Economía Política y la candente cuestión social.[12] Nietzsche adquiere y estudia cuatro libros: de Arnold Lindwurm El estudio del comercio y el desarrollo del comercio mundial (1869); dos obras del profesor de mecánica, abogado, filósofo y economista Karl Eugen Dühring, prominente antimarxista y antisemita, Historia crítica de la Economía Nacional y del Socialismo (1875) y Curso de Economía Nacional y Social (1873); y del profesor socialista Friedrich F. Lange La cuestión del trabajador (1875).[13] A su vez el socialista antisemita Dühring (que propugnaba un delirante Sozialismus des arischen Volkes, un Socialismo de los pueblos arios) en otro rizo de las influencias, elogiaba al economista Henry Charles Carey (al que le dedicó todo un libro),[14] en especial su teoría del valor y su idea de armonía entre Capital y Trabajo, del que ya hablamos. Por el otro Dühring criticaba, como lo hará Nietzsche, a Darwin, afirmando no solo que estaba equivocado sino que sus teorías eran superficiales. El economista Roscher también caía bajo su pistón crítico, otro autor como hemos visto leído por Nietzsche. Pero lo más importante era su exposición crítica de Marx (y por elevación a Kant y Hegel) y los pensadores socialistas de la época, a los que intentaba superar con una nueva filosofía positivista basada en Voltaire, Schopenhauer, Comte  y Feuerbach, la Wirklichkeitsphilosophie (Filosofía de la Realidad). Dühring puede ser considerado en este sentido como el archpositivista de la historia de la Filosofía en Alemania. En su libro Kritische Geschichte... en la cuarta parte le dedica un capítulo completo de lo que denomina “El nuevo Socialismo” a las versiones alemanas, entre las cuales aparece “un autor que vive en Londres”, Karl Marx y su gran descubrimiento: der Capitalbegriff, el concepto de Capital.[15] Dühring, a quien Nietzsche denomina despectivamente Der Anarchist, cita profusamente la Kritik… de 1859 como el primer tomo de Das Kapital, que considera la base teórica de la moderna socialdemocracia y de la actividad de Lassalle. Dühring conocía en detalla la obra marxiana, aunque la comprendiera mal: ya en 1867 publicó en la revista Engänzungsblatter für Kenntnis der Gegenwart[16] un comentario bibliográfico, recensión que criticaron tanto Engels como Marx en su correspondencia, aunque la consideraron “bastante decente”. Para ellos Dühring, que era el primer (y último) economista académico que comentará Das Kapital, no había ni llegado a entender las novedades y rupturas teóricas de Das Kapital. Como eran la forma general de la plusvalía, el doble carácter del trabajo (que se traslada a la mercancía) y el salario como una forma irracional de una relación oculta.[17] Dühring acusa a Marx de estar infestado de Hegelianismus, introduciendo la confusión pseudodialéctica al tratar las mercancías y el dinero,[18] de proponer una nueva Escolástica sectaria, de “petulancia anglicizada”, de construir fantasías lógico-históricas, de “erudición chinesca”.[19] El excesivo determinismo económico de Marx, según Dühring, hace que las formas políticas sean equivalentes a nada o casi nada, cuando ellas mismas determinan a su vez las formas económicas.[20] Dühring se propone solucionar este radical unilateralismo de la Kritik marxiana. Hay otro dato interesante sobre Dühring. En 1866, por medio de su consejero Hermann Wagener, Bismarck le propuso que redactase para el gobierno de Prusia una memoria sobre el estado de la “cuestión obrera”, ya que Dühring propugnaba la armonía entre Capital y Trabajo (siguiendo a Carey y al proteccionista List),[21] informe que fue publicado por el Estado en 1867 en forma anónima.[22]

    Como podemos vislumbrar, el “materialista heroico” Dühring representa (no entraremos aquí en su faceta como tosco ideólogo antisemita o como acérrimo enemigo del naciente feminismo)[23] para Nietzsche un autor con doble valencia en cuanto a su propia arma de la crítica: por un lado, expone (con citas y comentarios) y critica fieramente a Marx; por otro lado Dühring es al mismo tiempo una encarnación fidedigna de los “socialistas sistémicos”, una figura de la mediación de la propia decadénce burguesa, no olvidemos que pertenecía al SPD y contaba con entusiastas entre su propia dirección (como Eduard Bernstein o August Bebel, quién le llamaba el “nuevo comunista”).[24] Incluso dirigentes socialdemócratas como Johann Most, consideraban al pensamiento de Dühring totalmente compatible con Marx. Bernstein, el papa del futuro Revisionismus, creía que Dühring continuaba la obra de Marx y que la mejoraba al introducir el “elemento liberal” en la idea del Socialismo. Cuando Wilhelm Liebcknecht le señaló a Bebel la incompatibilidad absoluta entre Dürhring y Marx, aquel respondió que “al diablo con el método si la causa es buena”.[25] Dühring, como señalará Karl Löwith, será el único a lo largo del siglo XIX, salvando a Hegel, Engels y Marx, que intentará buscar una solución filosófica al problema del Trabajo y de su valorización bajo la dominación burguesa. En la tosca y excéntrica crítica a Marx de Dühring, para éste un hegeliano exiliado pletórico de politischen Radicalismus, Nietzsche encontrará re-afirmada la idea que la Dialéctica “espantosamente autosatisfecha y pueril”[26] es una floritura verbal, un recurso estilístico, un medio sofista de engaño, un “instrumento permanente” de la virtud burguesa, por ende, mascarón de proa de la decadénce. Nietzsche verbatim: “Mis lectores saben hasta qué punto considero yo la Dialéctica como síntoma de décadence”, por ejemplo en el caso más famoso de todos, el de Sócrates. No por casualidad Engels encontraba en todos los escritos de Dühring lo que llamaba una “cólera antidialéctica”. Dühring sostenía que deconstruyendo Das Kapital y eliminando toda la cháchara pseudo-dialéctica, lo único que se sostiene es la idea que el valor está determinado por el trabajo, y en este punto Marx tendría dos representaciones del valor: una demagoga y populista, cuyo objetivo es alcanzar la popularidad (“completamente ilógico, torpe y complicado”); y otra que tiene “el gusto y el descaro de una redacción clara y estructurada”.[27] Hasta qué punto la tosca crítica y los propios escritos de Dühring se hicieron populares tanto en el SPD como en los sindicatos, que en la segunda edición de Das Kapital (1872), Marx se vio obligado a incorporar un Nachwort, un epílogo metodológico sobre el Darstellungsweise, donde reconoce “más de una parte del original alemán [de 1867] habría requerido una re-elaboración radical”, sin mencionar la crítica dühringniana, afirma que “el método aplicado en El Capital ha sido poco comprendido”, y en una nota a pie de página afirma que “los tartajosos parlanchines de la Economía vulgar alemana reprueban el estilo y exposición de mi obra”. Allí reconocía que había “coqueteado” (kokettierte) aquí y allá, en el capítulo sobre la Teoría del Valor, con el “Modo de  expresión” (Ausdrucksweise) hegeliano.[28] Dühring, que aparentemente seguía al detalle la evolución política y teórica de Marx, le contestó al Nachwort de 1872, diciendo que la explicación del “flirteo” hegeliano no solo era ineficaz, sino innecesaria, ya que Marx confiesa que retiene aspectos fundamentales de la Dialéctica de Hegel como indispensables. Dirá Dühring que no es un “Modo de Expresión” sino que es esencialmente y de hecho la falta de lógica típica de Hegel. En el fondo, escribirá Dühring, Marx es “un jovenhegeliano viejo”.[29] Para Dühring el “embrollo metódico” de Marx hace que en sus trabajos teóricos intente “obrar milagros dialécticos para sus fieles”, prostituyendo la sana lógica natural. En el Nachlass de Marx se encuentra además un epílogo al segundo volumen programado de Das Kapital, el Manuskripte II, escrito a inicios de 1877, donde vuelve a mencionarse la recensión de Dühring: “En una recensión del primer volumen de esta obra dio cuenta el Dr. Dühring de mi fiel apego al esqueleto de la Lógica hegeliana va tan lejos que aparece incluso en las formas de la circulación como las figuras de la conciliación hegeliana (Hegelischer Schlußfiguren). Mi relación con la Dialéctica de Hegel es muy simple. Hegel es mi maestro y epígonos charlatanes como perros sabios afirman haber eliminado a este pensador eminente, cosa que para mí es simplemente ridícula. Me he tomado la libertad de comportarme con mi maestro de modo crítico, para desnudar su Dialéctica de su misticismo y por lo tanto la modifica en una forma esencial.”[30] Ya sabemos que Engels tuvo que intervenir finalmente a través de artículos críticos contra Dühring a partir de 1876,[31] y finalmente componer toda una obra crítica contra él: La subversión de la Ciencia por el señor Eugen Dühring.[32]

    En este sentido para Nietzsche Marx, y Dühring no hace más que confirmarlo desde el propio campo socialista, es entre los modernos (todos epígonos de Sócrates como Bakunin o Lassalle) uno de los que llevó la Dialéctica a la práctica cotidiana, a la propia praxis de la masa vulgar. Marx, como Ricardo (del cual es su epígono), ha construido un “sistema de la discordia”, que “conduce a provocar la hostilidad de clase”. Dühring por su igualitarismo y su idea del progreso infinito (enfrentada al Eterno Retorno de lo mismo) será calificado por Nietzsche como otro teórico más de la venganza y la revancha contra los mejores. Marx ejemplifica la gran Verkennung, la gigantesca malinterpretación de la crisis de la Modernidad bajo el perspectivismo de los débiles, el triunfo de la Sklavenmoral. Nietzsche verá a Marx con las anteojeras distorsionadas del  doktor Dühring, pero además será una fuente fidedigna, casi un registro sismográfico de las discusiones internas de la socialdemocracia y los intercambios entre 1867 y 1886 entre la nueva Kritik marxiana y los diversos radicalismos obreros basados en utopías plásticas, “cercanas”, cosmológicas que prometen satisfacer las necesidades de interpretación que brotan de la existencia cotidiana de los trabajadores.[33] Además, a Nietzsche Dühring le servirá para construir su crítica a la abstracta idea de Justicia e Igualdad absoluta como mero Ressentiment, como venganza del débil.[34] No hay dudas que Nietzsche hubiera estado de acuerdo con Engels, cuando calificó a Dühring del “Richard Wagner de la Filosofía, pero sin el talento de Wagner”. (Continuará)


Notas:
 
[1] Nachlass: primavera de 1888, Hefte 14 (73).
[2] Por ejemplo cuando defina, en la primavera de 1888, el concepto de décadence en su Nachlass; véase: Hefte 14 (86) y (75)
[3] Schönberg es citado al pasar por Janz, Curt Paul en su biografía: Friedrich Nietzsche. Los diez años de Basilea (1869-1879), Tomo II, Alianza Editorial, Madrid, 1985, p. 32, como un “compañero de almuerzos” y simplemente lo define como “economista”. Oficialmente en la universidad de Basilea ostentaba el cargo de ordentlicher Professor der Nationalökonomie. El primer autor en reconocer la deuda de Nietzsche con von Schönberg fue Marc Sautet: Nietzsche et la Commune, Le Sycomore, París, 1981, p. 143. Sobre Nietzsche y su conocimiento de la Economía Política y del Marxismo: Brobjer, Thomas, H., “Nietzsche's Knowledge of Marx and Marxism”, presented at the Nietzsche-conference organized by the Stiftung Weimarer Klassik in Weimar, with the theme 'Nietzsches Bibliothek und Lektüre', 21-23 Sept. 2002. Brobjer considera a von Schönberg un amigo del círculo íntimo de Nietzsche y el primero que le hizo conocer los principios de la politische Ökonomie. Nietzsche siguió manteniendo correspondencia con von Schönberg cuando se trasladó de Basilea a Freiburg.
[4] El término Katheder Sozialismus fue precisamente acuñado por Oppenheim en un debate que tuvo con Schönberg a lo largo de 1871 sobre su discurso inaugural, la Akademische Antrittsrede, en la Universidad de Freiburg titulado: “Arbeitsämter: Eine Aufgabe des deutschen Reiches”.
[5] Giddens, Anthony: The Third Way: The Renewal of Social Democracy; Polity, London, 1988, p. 111.
[6] Su disciplina le aproxima a las teorías socialistas, a Marx y a su recepción en lengua alemana. Recordemos que la primera edición en alemán de Das Kapital se publicó en Hamburgo en 1867.  En su trabajo Zur wirthschattlichen Bedeutung des deutschen Zunttwesens im Mittelalter de 1868 Schönberg cita a Karl Marx junto a los economistas David Ricardo y Henry C. Carey en la página 63.
[7] Staatsrecht, Völkerrecht und Politik: Monographien / von Robert von Mohl, Verlag der H. Laupp'schen Buchhandlung, Tübingen, Band I, 1860, Band II u. Band III, 1869.
[8]  Capítulo E „Social-Politik“, pp. 475-660.
[9] Capítulo E, 2 “Die Arbeiterfrage”, pp. 509-604.
[10] A su vez ambos, Lassalle y Schulze-Delitzsch, serán criticados por Lange en el libro Die Arbeiterfrage, muy estudiado por Nietzsche como ya veremos.
[11] Sobre el concepto de Polizeistaat en Alemania durante el siglo XIX, véase: Brian Chapman: “The Police State”, en: Government and Opposition, Volume 3, Issue 4, 1968, pp. 428–440.
[12] El Nachlass de esta época contiene dos planes detallados de lectura y estudio bajo la rúbrica “Nationalökonomie” (Economía Política); véase: KSA 8, 8[3], y 10[6]. Informa de sus lecturas de economistas políticos en cartas a sus amigos Marie Baumgarten y Carl von Gesdorff en julio de 1875;
[13] Sucesivamente: Arnold Lindwurm, Die Handelsbetriebslehre und die Entwickelung des Welthandels, Stuttgart and Leipzig, 1869; Karl Eugen Dühring, Kritische Geschichte der Nationalökonomie und des Sozialismus, Grieben, Berlin, 2d ed., 1875, y Kursus der National- und Sozialökonomie, Berlin, 1873; y Friedrich A. Lange: Die Arbeiterfrage, 3d ed., Bleuler, Winthertur, 1875. Nietzsche llegará a poseer ocho obras de Dühring, densamente anotadas, al final de su vida.
[14] Karl Eugen Dühring: Die Verkleinerer Carey's, Breslau, 1867. Sobre la figura de Dühring con respecto a Nietzsche, véase la entrada “Dühring, Eugen (1833–1921)”, en: Carol Diethe, Historical Dictionary of Nietzscheanism, The Scarecrow Press, Lanham, 2007, pp. 69-70; el Diamat stalinista lo calificaba de esta manera: “Dühring, que reunió en su ‘teoría’ el materialismo vulgar, el idealismo y el socialismo pequeño burgués, fue recibido con júbilo por los oportunistas”, en: Rosental, M. M.-Iudin, P. F.; Diccionario filosófico marxista, Edición de Lenguas Extranjeras, Moscú, 1946, p. 13 (la edición en ruso es de 1939); en otra obra de los mismos autores se afirmaba que “como todos los filósofos pequeño-burgueses, Dühring era un ecléctico cuyos puntos de vista conciliaban las teorías más opuestas. En él se aliaban el materialismo vulgar y los puntos de vista mecanicistas con el idealismo de Kant, Hegel, &c.”, en: Rosental, M. M.-Iudin, P. F.; Diccionario filosófico abreviado; Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1959, p. 19 (la edición en ruso es de 1955).
[15] Karl Eugen Dühring, Kritische Geschichte der Nationalökonomie und des Sozialismus, Grieben, Berlin, 2d ed., 1875, p. 489 y ss.
[16] Karl Eugen Dühring: “Marx, Das Kapital, Kritik der politischen Oekonomie, 1. Band, Hamburg 1867”, en: Engänzungsblatter für Kenntnis der Gegenwart, Band III, Hefte 3, pp. 182-186.
[17] Carta de Marx a Engels, 8 de Enero de 1868.
[18] Karl Eugen Dühring: Kritische Geschichte der Nationalokonomie und des Socialismus, op. cit., p. 525.
[19] Karl Eugen Dühring: Kritische Geschichte der Nationalokonomie und des Socialismus, op. cit., p. 535 y 538.
[20] Karl Eugen Dühring:  Kritische Geschichte der Nationalokonomie und des Socialismus, op. cit., p. 523 y ss.;
[21] Su primera obra de cierta importancia: Kapital und Arbeit, Thomas, Leipzig, 1865.
[22] Karl Eugen Dühring: Die Schicksale meiner socialen Denkschrift für das Preussische Staatsministerium, L. Heimann, Berlin, 1868; similares ofertas de acercamiento recibieron en su momento tanto Ferdinand Lassalle como Karl Marx, que se negaron a colaborar con Bismarck; véase: Carl-Erich Vollgraf, “Ein ‚Handgemenge‘ im Vorfeld des ‚Anti-Dühring”, en: Kritik und Geschichte der MEGA, ed. Carl-Erich Vollgraf et altri,  Argument-Verlag,  Hamburg, 1992, p. 109 y ss.
[23] Su obra paradigmática es: Die Judenfrage als Racen-, Sitten- und Culturfrage mit einer weltgeschichtlichen Antwort de 1881: antisemitismo elemental que fue criticado por el mismo Nietzsche. Dühring es considerado por muchos especialistas como un profeta del futuro Nacionalsocialismo; véase: Jeanette Jakubowski: “Eugen Dühring. Antisemit, Antifeminist und Rassist.“, en: Barbara Danckwortt (Hg.): Historische Rassismusforschung. Ideologien, Täter, Opfer, Argument Verlag, Hamburg, 1995.
[24] Sobre la persistente influencia del “materialismo heroico” de Dühring en el movimiento obrero alemán y en Rusia, véase: Rjazanov, D. B. “Fünfzig Jahre ‘Anti-Dühring’”, en: Unter dem Banner des Marxismus 2 (1928): pp. 446-487; y: Adamiak, Richard, „Marx, Engels, Dühring“, en: Journal of the History of Ideas 35, January-March,1974, pp. 98-112.
[25] Lo recuerda Bernstein, Eduard, en: Entwicklungsgang eines Sozialisten, Meiner, Leipzig, 1930, p. 10. No es casualidad que la mayoría de los admiradores de Dühring proviniera de la facción de Eisenach del SPD.
[26] Karl Eugen Dühring: Kritische Geschichte der Philosophie, Berlin, 1873, p. 444 y pp. 448-449, donde remarca los usos marxianos de Hegel y su dialéctica.
[27] Karl Eugen Dühring:  Kritische Geschichte der Nationalokonomie und des Socialismus, op. cit., p. 531 y ss.; cf. Carl-Erich Vollgraf, „Marx‘ ‚Randnoten‘ zu Dührings ‚Kritische Geschichte der Nationalökonomie‘“, en:  MEGA, op. cit., pp. 236-237.
[28] Karl Marx; Das Kapital, Band I, Ullstein, Frankfurt am Main, 1983, p. 9, n. 1; en español: El Capital, Tomo I, Vol. I, Siglo XXI, México, 1983, p. 16-17. Traducción corregida.
[29] Karl Eugen Dühring: Kritische Geschichte der Nationalokonomie und des Socialismus (en la 3nd ed., rev.), Leipzig, 1879, p. 488 y ss.
[30] Karl Marx: „Das Kapital Ökonomisches Manuskript 1868-1870, Zweites Buch: Das Zirkulationsprozeß des Kapitals (Manuskript II)“, en: Karl Marx-Friedrich Engels Gesamtausgabe (MEGA 2), Zweite Abteilung, „Das Kapital“ und vorarbeiten. Karl Marx. Manuskripte zum zweiten Buch des „Kapitals“ 1868 bis 1881; Band 11, Akademie Verlag, Berlin, 2008, p. 32.
[31] Aparecieron primero en el Volkstaat, y después en el Vorwarts!, siendo el primero: “El aguardiente prusiano y el Reichstag alemán”, en tres entregas: 25 de febrero, 27 de febrero y 1 de marzo, 1876.
[32] Engels, Friedrich: Herrn Eugen Dühring's Umwälzung der Wissenschaft, Genossenschaftsbuchdruckerei, Leipzig, 1878, ahora en: Karl Marx/ Friedrich Engels; Werke, Band 20, Dietz Verlag, Berlin/DDR. 1962, pp. 1-303; en español: Carlos Marx- Federico Engels. Obras fundamentales. Federico Engels: Obras Filosóficas: La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring (Anti-Dühring). Dialéctica de la naturaleza. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. Del socialismo utópico al científico; FCE, México, 1986, pp. 1-286.
[33] Tendencias ideológicas, en muchos caso pseudo científicas, que ofrecen soluciones aparentes a las contradicciones sociales y panaceas para toda situación de explotación: Mutualismo proudhoniano, cooperativas de producción y consumo con ayuda estatal lassallianas, comunas comerciales y sociales más la “sociedad socialitaria” de Dühring, “acertijo cósmico” de Haeckel, el Übermensch nietzscheano en clave socialista, el Socialismo ético kantiano, etc., todas ellas enfrentadas o dirigidas en contra de Marx.
[34] Véase: Robin Small: “Ressentiment, Revenge, and Punishment: Origins of the Nietzschean”, en: Utilitas; Volume 9 / Issue 01 / March 1997, pp. 39-58

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